lunes, 29 de mayo de 2017

*SPOILERS* ¿Concavenator en Jurassic World 2? *SPOILERS*

Un aviso a navegantes. Si son fans de la saga de Jurassic Park esta entrada contiene SPOILERS potenciales sobre la quinta entrega, que se está rodando actualmente. Avisados quedan.


Recurrente en este blog, Concavenator corcovatus vuelve a dejar constancia como uno de los referentes principales de la paleontología de dinosaurios en la Península Ibérica. Y esta vez, ni más ni menos que en su potencial influencia en la próxima entrega de Jurassic World. Sí, sí, en una de las sagas cinematográficas de dinosaurios de mayor éxito de la Historia. Recalcamos desde Dinosaur Renaissance que, pese a no estar confirmada la identidad de Concavenator en la nueva entrega, sí podemos asegurar que, al igual que ya ocurrió en la anterior película, estructuras anatómicas que solo están descritas en Concavenator aparecen en dinosaurios de la cinta.

Vamos con ello. Hace unas semanas, Frank Marshall (para quien no lo sepa, productor de la anterior y actual entrega de la saga Jurassic) twitteó la siguiente fotografía en el set de rodaje:


Unas sillas del equipo directivo de rodaje (se pueden ver las sillas de Marshall, Colin Trevorrow -director de Jurassic World- y Juan Antonio Bayona -director de Jurassic World 2-  en la imagen) y, de fondo y tras una vitrina, un modelo (¿quizá un animatrónico?) de un dinosaurio terópodo. Hasta aquí, todo normal. Los terópodos son los dinosaurios más abundantes (tanto por cuota de pantalla como por número de especies) en la saga. Sin embargo, no pudimos evitar fijarnos en un detalle muy importante de la anatomía de este dinosaurio al ampliar la fotografía: 


Este terópodo tiene hipertrofiadas las espinas neurales de las vértebras, formando una pequeña vela a lo largo del dorso del animal. Esto es común, sobre todo en el linaje de los espinosaurios (que hacen aparición tanto en Jurassic Park 3 como en forma de esqueleto en Jurassic World), pero el perfil de estas espinas neurales hipertrofiadas es muy particular, muy distinto a Spinosaurus. Si trazamos una silueta del dorso del animal, podemos ver que su perfil tiene un punto álgido justo antes de la cadera, donde se produce un descenso más o menos acusado y una zona un poco más alta justo después de la cadera, al comienzo de la cola. Sumado a esto, si nos fijamos en el cráneo de este dinosaurio veremos un cráneo mucho más corto que el de un espinosaurio, y con cuernos lacrimales bastante desarrollados, muy parecido al de un alosauroideo.



¡Casualidades de la vida! Concavenator es un alosauroideo (concretamente un carcarodontosaurio dentro de ese clado) y además es el único dinosaurio descrito actualmente que presenta un perfil del dorso con ese aspecto: con las vértebras caudales más proximales con espinas neurales hipertrofiadas, un sacro de espinas bajas y unas últimas vértebras dorsales con las espinas también hipertrofiadas, mucho más que en las caudales. El resto del dorso tiene espinas bastante más bajas, dándole un perfil inconfundible.

Es cierto que en la comunidad fan de Jurassic Park hay voces que apuntan para otros terópodos: Metriancanthosaurus es un dinosaurio que aparece fugazmente en Jurassic Park como uno de los embriones robados por el informático Dennis Nedry. No obstante, Metriancanthosaurus parkerii  es un dinosaurio conocido a partir de restos muy fragmentarios y el aspecto de su perfil es por tanto desconocido. "Metriacanthosaurus shangyouensis", nombre que dio Gregory Paul (también responsable de que en el universo de Jurassic Park Deinonychus sea llamado Velociraptor) a Yangchuanosaurus shangyouensis, es un dinosaurio conocido a partir de mejor material. Sin embargo, el aspecto de su perfil no se corresponde con el de Concavenator o el dinosaurio de la imagen de Frank Marshall.


Por el momento, podemos afirmar que, aunque ese dinosaurio no sea Concavenator, la inspiración que tomaron los artistas que lo esculpieron para el film no puede ser otra que el dinosaurio conquense, único dinosaurio que presenta ese perfil del dorso. 

Respecto a su aparición en la película, se ha especulado mucho acerca de si lo que estamos viendo es un animatrónico o una estatua sin mas, pues la localización en la que se ha tomado esa fotografía es un museo (del que JA Bayona compartió este fotograma). Desconocemos la trama y qué sucederá en estas localizaciones, pero hay rumores que apuntan a escenas más terroríficas en la nueva entrega y a dinosaurios fuera de las islas de Costa Rica, así que perfectamente podría ser cualquiera de las dos opciones. Además, si uno se para a mirar los reflejos del cristal en la imagen podrá ver abajo a la izquierda el cráneo de un dinosaurio que parecería un Tyrannosaurus y, un poco más a la derecha, lo que parecería la imagen de un dinosaurio visto desde atrás:


Si nos paramos a mirar el perfil de ese dinosaurio, es también muy parecido al de Concavenator, con dos puntos álgidos en el dorso, así que podría ser que en esta localización aparezcan dos dinosaurios terópodos al menos inspirados en Concavenator, o quizá incluso con ese nombre. 

Sabemos que Juan Antonio Bayona ha conseguido introducir más personal español en la producción de esta nueva entrega de la saga Jurásica. ¿Habrá incluido también de una forma u otra un dinosaurio español en la nueva entrega? ¿Habrá sido un detalle o guiño del equipo técnico a la nacionalidad del director de la película?

Desde Dinosaur Renaissance no podemos sino alegrarnos de ver que el dinosaurio conquense lleva una vez más su influencia a la saga cinematográfica de Parque Jurásico.

PS: Esta entrada también ha sido publicada en El Cuaderno de Godzillin.

martes, 23 de mayo de 2017

Reseña: Recreating an Age of Reptiles

Hacía ya unos cuantos meses que tenía en mi poder "Recreating an Age of Reptiles", del paleontólogo y paleoilustrador Mark Witton, pero no había tenido tiempo de ponerme en serio con él. Afortunadamente, he conseguido reservarle un hueco y leerlo con detenimiento. ¿Queréis saber qué vais a encontrar y qué podéis esperar de él? ¡Acompañadnos!


"Recreating an Age of Reptiles" es un libro sobre paleoilustración publicado en 2016, y escrito e ilustrado por Mark P. Witton. Witton es graduado y doctor por la Universidad de Porsmouth, a la que sigue vinculado. Es uno de los paleoartistas más reconocidos y productivos de la actualidad, además de un experto en pterosaurios. La conjunción de estas dos vertientes le llevó a publicar en 2013 "Pterosaurs: Natural History, Evolution, Anatomy", un extenso y detallado libro sobre pterosaurios, y una obra clave en el conocimiento y estudio de estos animales (Witton también ilustró él mismo este libro, claro). Witton ha organizado varias exposiciones, colaborado en libros, ilustrado varios artículos científicos y participado como asesor científico de, entre otras cosas, la película de 2013 "Caminando con Dinosaurios". No es mal currículum, ¿verdad?


Pero me estoy yendo por las ramas. Aquí habíamos venido a hablar de "Recreating an Age of Reptiles", así que vamos al lío. Este libro, de lectura rápida, es una recopilación de ilustraciones sobre criaturas del Mesozoico hechas por Witton en los últimos años, más algunas piezas nuevas creadas para dicho libro. Si seguís a Witton en redes sociales es muy probable que hayáis visto ya todos o casi todos estos dibujos, pero nunca está mal verlos en un volumen a todo color y algunos de ellos hasta a doble página. Realmente merece la pena verlo fuera de la pantalla de un ordenador. 

Uno de las muchas ilustraciones del libro de Witton: una manada de Machairoceratops cronusi se pega un buen baño en un lago. 

Más allá del enorme despliegue de paleoarte que hace Witton en su libro, lo interesante es que cada una de las piezas mostradas en él va acompañado de un buen párrafo explicativo. Así, Mark Witton nos cuenta qué le llevó a hacer esa ilustración, por qué los animales están representados de esa o aquella forma o con tal o cual actitud, qué hay de ciencia detrás de ella, qué es especulación pura y dura... etc. De esta manera, tenemos una completísima información de mano del propio artista sobre por qué esa pintura es así. Y a mí, personalmente, eso me encanta.

Un espinosáurido, según las nuevas reconstrucciones para estos animales, paseando al atardecer. 

Las ilustraciones, y por tanto el libro, están divididas en varios bloques: terópodos, animales marinos, saurópodos, animales que cavaban túneles o madrigueras (un poco cajón de sastre), pterosaurios, mamíferos y formas afines, Dimorphodon (es decir, más pterosaurios), animales dulceacuícolas, dinosaurios de Reino Unido (recordemos que Witton es inglés), ceratopsios, animales del Triásico, Tyrannosaurus rex y azhdárquidos (sí, de nuevo más pterosaurios). Hay que añadirle, claro, los típicos capítulos de introducción y "Sobre el autor" al principio, y un más que recomendable último capítulo al final del libro sobre la caducidad del paleoarte producido. Aquí Witton nos deja una serie de interesantes reflexiones sobre la importancia de esta disciplina como manera de registrar el pensamiento científico de los días que vivimos: en el futuro el paleoarte producido ahora no será válido desde un punto de vista científico, pero tendrá un importante valor histórico.

Un poco de especulación: una hembra de Tyrannosaurus decide adoptar a un pequeño Triceratops. Comportamientos así se ven a veces en animales en la actualidad. A otros tiranosaurios, obviamente, no les parece bien.

Además, "Recreating an Age of Reptiles" cuenta con un valor añadido más: permite apreciar la evolución de Witton como artista.  Aunque, como ya he comentado, la mayoría de las ilustraciones del libro son piezas preexistentes, muchas de ellas han pasado por un proceso de chapa y pintura en el último par de años de cara a la publicación de este volumen. Aún así, Witton ha mantenido intactos algunos dibujos en este tomo, gracias a lo cual podemos darnos cuenta de lo mucho que ha mejorado este paleoilustrador. Siempre alejado del fotorealismo y fiel a su propio estilo, Witton lo ha mejorado y lo ha vuelto más elaborado y cuidado, llegando a conseguir algunas pinturas con una luz y una atmósfera alucinantes. Personalmente, es uno de los paleoilustradores actuales que sigo con más interés y que más me gusta gracias al tono resultón de sus trabajos.

Como bien muestra esta ilustración, Tupandactylus era un pterosaurio que sufría ataques de melancolía recurrentes. 

Solo me queda recomendar encarecidamente este libro: 110 páginas de ilustraciones chulas de dinosaurios y otras criaturas del Mesozoico, explicaciones de cada una de ellas en inglés (nada especialmente complicado, por cierto), un poco de humor y algunas interesantes reflexiones. Mi única pega es el formato del libro: la tapa blanda, el tipo de papel y el tamaño de algunos de los dibujos no permiten apreciarlos como realmente se merecen.

Un par de coquetos Longisquama haciendo cosas de Longisquama

En relación con lo último que he comentado, afortunadamente hemos sabido hace poco que está en camino "Dinosaur Art 2", continuación de aquel maravillo libro de 2012 de igual título. No sabemos mucho todavía sobre él más allá de que se sale a la venta en octubre y que contará con las ilustraciones de, entre otros, de Andrey Atuchin (por lo que vemos en la portada), Emily Willoughby y el artista que nos ocupa, Mark Witton. Será una oportunidad estupenda para ver su arte en todo su esplendor.


Y si os gustan las ilustraciones de Witton, recordad que podéis seguirle en Twitter, en su blog y web personal y, si os mola de verdad y queréis apoyarle económicamente, en su cuenta de Patreon. Lo que no entiendo es por qué no habéis comprado todavía "Recreating an Age of Reptiles". ¿A qué esperáis? ¡Venga! ¡Hop, hop!